Archangel Express, Viaje para uno al rincon del alma Capitulo I ( El comienzo de la travesia)

“He sido esclavo en Singapur, minero de diamantes en Sudáfrica, homosexual en un sucio cuarto de Bangkok, librero en Paris, vendedor de computadoras en Seattle, candidato a alcalde en Medellín, cortesano en la corte de Luis XIV, soldado en el ejercito de Aníbal, escudero de un señor feudal y muchas otras cosas mas. Mori cien veces y viví otras tantas, he sido todo y a la vez nada, pero siempre fui yo mismo.”


Capitulo I  
El comienzo de la travesia 

-¿Un trago?
 Dice una voz que me parece lejana pero es la de un hombre ya curtido por los años que me alarga una botella de vodka. Saliendo momentáneamente de mis pensamientos acepto y bebo un trago, no seria cortes rechazar tal invitación, con este clima y menos en este país. Luego de que la bebida baja por mi garganta saco de mi abrigo una caja de cigarrillos, dispuesto a devolver la cortesía, y mi inesperado compañero de viaje agradece el gesto mientras le doy fuego.
Ya vuelto a la rutina del viaje, mi mente vuelve a volar y busca calmarse.
Como decía un viejo profesor mío, cuando uno viaja, el cuerpo se encuentra ahí físicamente  pero la mente, el pensamiento vaga libremente afuera del vehiculo. Hoy más que nunca es así, momentos de paz o de abstracción solo interrumpidos por el crujir y las sacudidas de los viejos vagones, una de las dichas sacudidas fue lo suficientemente intensa como para despertarme de mi limbo y mirar alrededor:
Sea como sea, es mejor aquí que allá afuera amigo- dice mi compañero de viaje.
Mirando por la ventana no pude menos que esbozar una mueca, afuera en la noche la nieve seguía cayendo y escuchaba al viento soplar fuertemente.
Viajar en los Elektrichkas rusos es toda una experiencia, y mas aun en invierno como ocurre ahora. Estos humildes y robustos trenes heredados del legado de la URSS comunican gran parte de los suburbios y el interior del país, con sus maquinas eléctricas en su mayoría, diesel otras, con sus bíblicamente duros asientos de madera, con toda una colección de personajes que parecen sacados de una obra de teatro y una suciedad que no se puede describirla con adjetivos, pero  dicho transporte es vital para la población de esta gran nación.
Es de noche, y el vigoroso tren se va alejando cada vez más de los suburbios de la ciudad de Archangel, mi fiel reloj japonés (uno de mis pocos bienes ya) dice que son apenas las 18:45pm, aunque dado que es invierno en Rusia y al estar cerca del ártico mismo, durante varios meses se extraña la presencia de Helios y su carroza surcando el cielo.
Hace días que me sentía melancólico, triste, pero lo he visto también en los ojos de muchas personas, así que por un instante llegue a pensar de manera inverosímil que compartían mis sentimientos; hoy no me siento así, no me siento bien tampoco me siento mal, supongo que lo que sucedió ya hace 4 días, esta empezando a correr febrilmente por mis venas, intentando adueñarse de mi razón y de conquistar mis deseos.
El tren se detiene luego de 2 horas de andar por la nieve y los 15 grados bajo cero, la gente salta a la plataforma y se desparrama por ella como un montón de pequeñas hormigas, los hombres se saludan con sus camaradas, los vendedores bajan y se apresuran a resguardarse del frío, los vagabundos también bajan con sus pocas o nulas pertenencias, muchos de ellos ya se conocen así como yo conozco a mucha de la gente que viaja, mi compañero de viaje es uno de ellos, me saluda cortésmente y sigue su camino, así como yo sigo el mío.
Me subo las solapas de mí abrigo y empiezo a caminar rápidamente por las calles, esta realmente oscuro y no hay buena iluminación. Mi corazón late fuertemente desde hace varios días.
Estoy volviendo al lugar que puedo llamar temporalmente “casa” pero  mientras voy llegando a mi destino, se perfectamente que no estoy llegando… Mi destino, mi vida, mi existencia misma,  recién esta por comenzar.

This entry was posted on jueves, 21 de julio de 2011 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

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